Jose María Mouliaá es un jugador de origen lorquino, que juega actualmente en la WPT, WPT Challenger y que se incorporó a las filas del Premier Padel en su primera edición en Doha.
Cercano, sincero, nos cuenta en esta entrevista su lado más personal y nos pone al día sobre el trasfondo que hay detrás de todo un profesional de la pala.
1. Llevas en el pádel ya unos años. ¿Qué crees que te ha reportado estar tantos años con la pala?
Empecé a jugar al pádel en el 2009, llevo 13 años jugando. Por un lado, me quedaría sin duda con la gente que he conocido gracias a este deporte, gente maravillosa, de mucha calidad humana y, por otro lado, el pádel me ha llevado a lugares donde probablemente si no jugara no habría visto nunca.
Así que, resumiendo, el pádel me ha reportado conocer a gente maravillosa y aquellos lugares que he podido visitar.
2. ¿Has tenido tiempo para realizarte en otro sentido o, por el contrario, has tenido que sacrificar cosas que te hubiera gustado vivir?
No he tenido que sacrificar nada para jugar al pádel, de hecho, jugar al pádel profesionalmente, era lo que más me apetecía, no consideraba que estaba dejando de lado algo para tener que jugar, todo lo contrario, prefería jugar al pádel por encima de todas las cosas.
No creo que haya hecho un sacrificio dentro del esfuerzo que conlleva dedicarte a cualquier deporte a un alto nivel. Creo que al final todo en la vida, aquellas cosas que tenemos que hacer, antes o después las hacemos. Así que en ese sentido estoy muy tranquilo.
Creo que al final todo en la vida, las cosas que tenemos que hacer, antes o después las hacemos.
José María Mouliaá
3. Cuando tomamos un camino se suele decir que renunciamos, a veces sin saberlo, a otro. ¿Crees que eso te ha sucedido a ti?
Al final nuestras decisiones nos van llevando por un camino y, realmente, nunca he echado en falta si hubiera hecho esto o aquello, siempre he sido fiel a lo que sentía en ese momento cuando me he tomado algo más en serio o he hecho lo que tocaba hacer o lo que me apetecía hacer en ese momento. Así que no siento que me haya perdido nada por tomar un camino en ese momento u otro. En la vida vas caminando, y yo estoy muy contento y me siento muy afortunado por el tipo de vida que tengo gracias a este deporte.
4. En función de la Comunidad autónoma/federación, ¿consideras que hay deportistas muy válidos que no tienen opción a disputar la WPT por ranking?
En función de la comunidad, el número de plazas es mayor, por ejemplo, si hablamos de la Comunidad Valenciana que dispone de veinticinco y donde hay mayor cantidad de jugadores, se otorgan una mayor cantidad de plazas.
Es distinto de Murcia, que debes estar de los cinco primeros del ranking. Con el resto de comunidades pasa igual, va correlativo en función de los jugadores que tengan. Puede ser que haya jugadores fuera de ese ranking que tengan el nivel pero creo que es un buen requisito a cumplir para poder disputar el circuito profesional.
Considero que hay deportistas que pudieran jugar el circuito profesional, sin ninguna duda, pero creo que es un primer filtro que te da, fuera de toda subjetividad, la acreditación para competir. Es el paso que hemos tenido que alcanzar todos los que jugamos el WPT.
5. ¿Recuerdas algún momento duro que hayas pasado a nivel profesional?
Recuerdo muchos momentos duros.
Para explicar mi primer momento duro debo contar la forma en la que está diseñada la competición.
Para competir, hay que fijar unos objetivos con los que estar satisfecho y estos varían según la dupla que se los marque: ganar un partido desde la ronda de inicio, dos, tres… esto se debe a que de todas las parejas que compiten en el torneo sólo puede quedar una. Y en este caso, en este deporte, todos pierden, menos el que gana el torneo. Toda esta explicación viene porque cuando empecé a jugar el circuito y hacía los viajes largos, a veces perdía el primer partido del torneo y me tocaba volver a hacer los 800 km que había hecho en la ida, de vuelta, esos viajes en coche eran bastante jodidos.
Otro momento difícil tuve que tratarlo con mi psicóloga para que no me afectara tanto. Cuando perdía en una ronda que se esperaba que ganase o contra una dupla que aquellos que me seguían consideraban que podía con ellos, la gente creía que no tenía que perder. Esas preguntas incómodas al llegar a tu club, cuando llegas a casa y te topas de lleno con un: «¿Cómo es posible?» , «¿cómo has podido perder ese partido?», etc. La gente no entiende que al final todo el mundo llega preparado, el nivel es altísimo y super igualado e, igual que puedes ganar a cualquiera, puedes perder contra cualquiera, esas continuas explicaciones me afectaban bastante.
6. ¿Cómo consigues separar los problemas extradeportivos del trabajo diario?
Pues me ha costado un montón de años, trabajo y práctica llegar a separar ambas partes. Aún así, afecta, por supuesto que afecta, soy una persona a quien las emociones le afectan mucho y cuando no estoy bien se me nota a todos los niveles. Llevamos algún año entrenándolo, creo que cuando entrenamos hacemos un trabajo, aunque fuera de pista sí que me afectan los problemas, cuando entro a pista he adquirido la capacidad de convertirme en un actor, sé que tengo que hacer un trabajo, porque para eso estoy compitiendo.
Pese a todo, es cierto que cuando a nivel personal tienes algún bache, hay un trabajo psicológico detrás, hay unas técnicas a utilizar, que no siempre, (con voz risueña), no siempre te resultan efectivas o no las realizas como te ha aconsejado la profesional, pero con el paso de los años, con la experiencia, uno aprende a ser un poquito más actor o robot y consigues apartar esa parte tan personal de ti, para que afecte lo menos posible dentro de la pista.
Fuera de pista sí que me afectan los problemas, cuando entro a pista he adquirido la capacidad de convertirme en un actor.
José María Mouliaá
7. Rafa Nadal ha dicho en una entrevista con la Cope, que tras la pandemia su cuerpo perdió resistencia debido a dejar a un lado la rutina. ¿Tuviste las mismas sensaciones o te reenganchaste a los entrenamientos al 100%?
El entrenamiento lo recuerdo como si me ahogara, hacíamos un punto largo y solía poner las dos manos en las rodillas, respirar e intentar coger aire, porque no había forma, no podía aguantar.
El año pasado pasé la Covid, en septiembre, y la sensación era muy parecida a volver a entrenar, era muy parecido a hacer un punto de 30 a 20 segundos. La sensación era malísima, entonces sí que me costó volver a los niveles previos antes de la pandemia pero, al final, consigues readaptarte.
8. Se dice que todos los profesionales del deporte vienen con fecha de caducidad. ¿Cómo ve el futuro José María Mouliaá? ¿Tienes algún proyecto a la larga?
Fecha de caducidad, (se ríe) no, no tengo yo en la cabeza el qué pasará o el hecho de pensar a largo plazo.
Creo que una de las cosas que mejor me ha ido es empezar a vivir el presente, empezar a pensar en hoy, como mucho en el día posterior a ese momento e intentar ser más inconsciente ahí.
Hoy por hoy, me siento a todos los niveles mucho mejor que el José María Mouliaá del año pasado o del anterior. Soy consciente de que el pádel es un deporte lesivo, yo mismo he tenido lesiones, te puede llegar, lo pienso y si llegara, hay que pensar en otras cosas; pero no pienso en el futuro así y, cuando deje de jugar no sé que pasará, espero hacer algo relacionado con el pádel ahora que está en expansión.
Me gustaría poner mi granito de arena y trabajar para el circuito o en algo relacionado con la gestión deportiva.
9. ¿Cómo diste el paso de dedicarte íntegramente al pádel?
Cuando empecé a jugar al pádel, jugaba para divertirme, más adelante jugué en categorías menores, primero a nivel local, luego regional y, poco a poco, con la posibilidad de ser competitivo, siempre llega la ambición, que te lleva a probar más niveles superiores.
Ha sido un proceso super natural, me encontré jugando en el circuito y con unos objetivos que yo consideraba alcanzables.
10. ¿Recuerdas cuál fue tu primera pala de pádel?
La primera pala, claro que la recuerdo, de hecho, me compré una Paddle Coach, que creo que ya no las hacen. Me la compré porque estéticamente me encantó, luego le pegaba a la pelota y sonaba super raro, parecía que tenía una bomba de aire en el centro.
Esa fue la primera, pero no puedo dejar de lado la historia de mi segunda pala, una Drop Shot, una pala verde y amarilla, que me encantaba. Ese año, tuve que comprar como siete palas idénticas, (ríe) porque ahí no controlaba para nada el tema de no jugar al nivel que yo esperaba, que era bastante malo y, por aquel entonces, me enfadaba mucho, solía llegar a la tienda de mi amigo Toni para contarle que se me había roto la pala por defecto de fábrica. El tío, que me quería mucho, me ponía caras y me decía venga vale, pero se notaba que le había pegado un golpe. Gracias a Dios, esas cosas ya no las hago, pero sí… la Drop Shot, más que la pala Coach, fue la más querida para mí.
Hoy por hoy, me siento a todos los niveles mucho mejor que el José María Mouliaá del año pasado o del anterior.
José María Mouliaá
11. ¿Crees que hay condiciones a mejorar para llevar la profesionalización del pádel a otro nivel?
Afortunadamente, creo que el pádel va a pegar un crecimiento importante porque hay gente importante del mundo empresarial, gente con unos recursos económicos que está poniendo todo el pádel al nivel que merece, porque este deporte es un deporte mediático, practicado en un montón de países y lo único que le faltaba era que aportase económicamente a los jugadores lo suficiente para que el máximo o la totalidad del conjunto del circuito se pudiera dedicar a este deporte ganando dinero y pudiendo dedicarse de forma profesional.
Ahora mismo creo que el 70% del circuito de WPT tiene que hacer un trabajo aparte de jugar para mantenerse, para poder competir y creo que, si todo va según lo previsto, en un par de años, con el circuito nuevo, los jugadores que se dedican al circuito profesional podrán ser al 100% jugadores de pádel y vivir de forma digna gracias al mismo.
12. El pádel es un deporte que ha llevado una progresión lenta respecto a otro deportes en cuanto a condiciones de los profesionales. ¿Crees que el pádel femenino ha tenido la misma consideración respecto a la categoría masculina?
Es un tema complicado, (dice entre risas) probablemente no, no haya tenido las mismas oportunidades porque los premios económicos eran bastantes inferiores y probablemente el nivel de marketing, el de promoción que se les da a las jugadoras sea bastante inferior al que se les da a los jugadores.
Me gusta pensar que va a pasar como en el tenis, ahora que hay un grupo unido, un colectivo formado por las jugadoras, van a pelear y a exigir sus derechos y bueno, va a llegar un momento en el que no se hablará de que si las chicas ganan esto, las chicas ganan lo otro o si el jugador del cartel oficial es Fulano. Simplemente que se vea como normal, que el deporte femenino y el masculino estén en las mismas condiciones y que este tema deje de ser un tema de conflicto.
13. Estuviste en Doha siendo partícipe de la historia evolutiva del pádel. ¿En algún momento tuviste que pellizcarte, pararte y repetirte el mantra: “Soy de Lorca y estoy jugando al pádel en Qatar» o lo llevaste de forma natural?
Pues, lamentablemente, como el ser humano se acostumbra a las cosas y les deja de dar importancia, de darle valor, no me gusta pensar que en mi cabeza pueda sonar normal el estar jugando en esos lugares, pero sí te diré que, a principios de año, viajé a Florida y cuando me bajé del avión, la cara de tonto que tenía era increíble, una sonrisa de oreja a oreja, me sentía increíblemente afortunado.
Un par de semanas después estuve en Egipto y me pasó exactamente igual, de hecho, me tiré todo el viaje y todo el torneo con una cara de decir: «¡Madre De Dios!». Pocas veces en mi vida me he sentido tan feliz.
Pese a haber estado en muchos otros sitios, cuando le tocó el turno a Doha, que es una ciudad increíble, con un montaje de aquel torneo tan impresionante, como nunca he vivido, no me impactó tanto como debería, por la cantidad de viajes que llevamos a las espaldas. Siempre intento poner los pies en la tierra y decir: «Joselito, esto no es normal, no ha sido normal, valóralo». Cuando vives viajando de forma continua, cosas como estas te dejan de impactar tanto como quizás debería ser. Intento verlo con la mayor naturalidad posible, sabiendo que no es lo normal y disfrutándolo, porque un día quiero mirar atrás y decir: «Joder, gracias al pádel, mira todo lo has podido ver y vivir.»
14. Nomina a alguien a quien quieras que entrevistemos.
David Ruiz.
Para los lectores de PádelSuis
Solo quiero dar las gracias a PádelSuis por contar conmigo para hablar un poquito de pádel y decirles a los seguidores que sigan confiando, que hay un gran trabajo detrás, que espero que PádelSuis dure mucho tiempo y que, por supuesto, podamos volver a tener la oportunidad de poder hablar otro ratito de pádel. ¡Un abrazo grande!
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