Alejandra Salazar atendió amablemente a la periodista Mónica Montes, para su cuenta La Víbora del Pádel, donde charló sobre su pasado padelero, su presente, objetivos, con una visión íntima y muy personal.
No te pierdas la gran entrevista a la número 1 del pádel femenino.
Los logros en pádel de Alejandra Salazar y la presión por ser número 1
¿Qué ha supuesto el jugar y ganar en Bélgica, siendo el primer torneo oficial en la historia del pádel?
Para mí ha supuesto un sueño, cada vez que viajamos y conocemos nuevos países y nos trasladamos a otro lugar donde ves que el pádel ha enganchado tanto y te dan tanto cariño, es increíble. Me siento una privilegiada de poder vivir todo esto, después de tantos años de estar jugando siempre en los mismos lugares, y ahora ver que está evolucionando tanto, lo pienso vivir al máximo y aprovecharlo los años que sean.
Ya acumulas, tras el Circus Brussels Padel Open, 41 títulos con WPT, ¿tienes algún recuerdo especial o anécdota del primer título que lograste?
El primero es el que más se me quedó en la cabeza, junto a María Silvela, en 2007. Cada año iba teniendo compañeras mejores. Este título lo conseguí en el Club de Campo, donde yo empecé a jugar, contra Iciar Montes y Neki Berwig, que eran la pareja número 1 en aquel momento. Era una pareja casi imbatida, no perdían casi nunca, ni siquiera sets. Yo empecé muy nerviosa, habíamos ganado a Carol y Paula, que eran las numero 2, y el hecho de estar en una final con 20 o 21 años, en mi Club. Pensaba “solo quiero no hacerlo mal, dar la talla”, aunque en tu cabeza salías ya derrotada porque Iciar y Neki arrollaban.
Perdimos el primer set, y a partir de ahí arrancamos, con más confianza y ganamos delante de unas 3000 personas, que en 2007 era muchísimo público.
¿Qué siente Alejandra Salazar al ser número 1 y saltar a la pista? ¿Hay muchos nervios?
Son nervios diferentes, primero por la juventud e inexperiencia y querer hacerlo bien del principio, que no me dieran mucha paliza, pero mis aspiraciones eran mucho menores, eran muy diferentes estos nervios a los de ahora. Ahora son nervios buenos, de tener que hacerlo bien y mantener el número 1, que es muy difícil y jugamos con esa presión extra en cada partido, todas quieren ganarte y no tienen nada que perder.
¿Has jugado en el revés?
Con Valeria Pavón, el tercer año, como estábamos atascadas llegando a semis y finales, pero no conseguíamos ganar títulos, pensamos que podíamos hacer un cambio, a ver si de esa manera nos iba mejor, se lo propuse yo. Fue una experiencia muy buena y enriquecedora, también me viene bien cuando juego en el otro lado. No he jugado mucho tiempo en el revés, con Icíar empecé así el año siguiente, pero tuve una miocarditis en verano, estuve fuera de las pistas un mes y medio o así, incluso ingresada en la UCI, fue bastante duro, no podía ni dar paseos, tenía que esperar que esa inflamación bajara.
Me apunté al torneo de Granada con Icíar y nos tocaron las número 1, que en aquel momento eran Patty y Eli, y nos metimos en semis. Yo venía sin entrenar, estaba fatal físicamente, y ahí las gemelas nos dieron caña. En ese momento ya volví a la derecha, y desde entonces me quedo en la derecha. Puedo destacar más con mi juego en el drive.
¿Hay algún partido que tú digas que jugaste especialmente mal y que borrarías?
Borraría uno en el que realmente he jugado muy mal, qué horror. Fue cuando jugamos en las Rozas, contra las Martas, de esos que dices me quiero ir a casa, tiraba todas las bolas fuera. A Gemma le salía todo, con un poquito más que hubiera hecho, igual hubiéramos ganado, porque el resultado estuvo muy ajustado. Es el peor partido mío, con diferencia, el año pasado.
Alejandra Salazar, sonrisa y leyenda del pádel femenino
Siempre estás con una sonrisa, ¿fuera eres también muy risueña o solo en la pista?
Es mi forma de ser, creo que ayuda al equipo que haya buen rollo, no solo en la pista, sino también fuera. No me gusta generar tensión, no solo con el equipo, sino con mis amigos o con mi familia, procuro hacer fácil el estar conmigo, ser natural, transparente, que se pueda hablar fácil de todo, eso es lo que hemos conseguido también con Rodri y Gemma, el naturalizar, el hablar todo desde el respeto y la confianza que nos tenemos. Es lo más importante, que haya buena comunicación y respeto. No soy una persona que tenga un tono o aspavientos feos, aunque suban las pulsaciones, habiéndolo trabajado tanto fuera, y hablando tanto, ayuda a que todo vaya mejor. Esta relación tan guay que hemos creado, ojalá dure y nos ayude a seguir mucho tiempo más y lograr más títulos.
¿Llegaste a creer que esto iba a ser posible en el pádel? Tú que has sido protagonista de este crecimiento durante los últimos años.
Se me pone la piel de gallina de ver cómo evoluciona, no solo el pádel, sino el pádel femenino en concreto, que haya ido mejorando tanto, aunque queda mucho camino por recorrer. Creo que todo lo que se está consiguiendo es super bueno y positivo, me voy a quedar con lo que estoy viviendo y con todo lo que está por venir, que va a ser la bomba. Al final mi cara es de estar siempre agradeciendo, porque al final si volviera a nacer, me volvería a dedicar a lo mismo, elegiría el pádel, sin dudarlo, y lo voy a exprimir al máximo.
Ya no es el hecho de ganar partidos, es sacar esas sensaciones en la gente, que se te acerque la gente y la ves nerviosa y cómo sonríen y te agradecen tu trabajo, eso al final es lo más bonito.
Un día en la vida de Alejandra Salazar sería:
Ya va avanzando la edad, ya no duermo tanto… (ríe)
En los torneos suelo descansar y dormir la siesta. Me levanto a las 7.30 u 8, aunque no haya torneos. Normalmente mis días empiezan a las 9, ya sea gimnasio o pista, lo que toque…entreno/partido. Comemos a las 2, y las tardes, si es pretemporada algunas tardes doblo con pádel otra vez. Prefiero hacer calidad que cantidad, que una va teniendo ya sus achaques…
Por las tardes tocaría fisio, nutrición, cuidarme un poco más, visualizar partidos, sobre todo del cuadro femenino. Coincidimos con Gemma y Rodri, algunas tardes quedamos para ver partidos nuestros y de las rivales. Esto empecé a hacerlo mucho en pandemia, donde hacía una horita de visionado, un mapa de calor de las jugadoras, y de verdad que se ven cosas muy curiosas.
Suelo ver el último partido que tengamos contra las rivales que tengamos al día siguiente o el que ellas hayan hecho contra otra pareja.
El 13, un número deseado por Ale Salazar y Gemma Triay esta temporada
Acerca de la organización del torneo de Bélgica y el trato que tuvo el pádel femenino, ¿qué opinas?
Se han dado modificaciones, ha habido en torneos que incluso los jueves hemos jugado en pista central, en Bélgica, como era un organizador externo, fue un poco a su aire. Nos hemos quejado, World Padel Tour se lo ha dicho también, solo pusieron a los wild card en pista central hasta el viernes en cuartos, sentimos que volvimos un poco a los torneos de hace años, esto lo va a supervisar WPT para que no vuelva a pasar. Creo que sí se han dado pasos, también es verdad que los chicos acaban en ultimo turno los sábados, entonces lo normal es que los domingos jueguen los segundos.
¿Dónde se ve Alejandra Salazar de aquí a cinco o diez años?
Entrenando no, hoy no me veo tanto dentro de la pista, cuando deje el pádel mi visión a día de hoy es la maternidad, el dejarlo por estar más con mi familia. Me veo más en el lado de la organización, marketing, fomentar menores, desde otro punto de vista, no desde el entreno, pero como asesoramiento. No quiero viajar tanto, porque sería muy difícil compaginarlo con la familia, al menos de primeras.
Define a las compañeras que has tenido a lo largo de tu carrera con una palabra:
María Silvela: garra.
Carolina Navarro: número 1.
Icíar Montes: extraterrestre.
Marta Marrero: potencia, competitiva.
Ari Sánchez: jugona, dulce, es como mi hermana pequeña.
Gemma Triay: majestuosa, es un ángel que va por la pista y abre sus alas y lo abarca todo. Compite fenomenal, es muy incisiva, muy sólida, tiene potencia por arriba, es muy completa. Mi pareja ideal.
Ya sabemos por otras entrevistas que os habéis marcado los 13 títulos como un objetivo…
El 13 sería un sueño, me encanta el número 13, si hay 24 y haces 13 bien, estarás cerca de mantener el principal objetivo, que es el número 1. Siempre queremos más, seguir mejorando, cada vez ser más completas y exigir a las rivales el 300% si quieren ganarnos.
¿Qué rivales consideras que os lo pondrán muy difícil esta temporada?
Hay muchas parejas con las que puedes perder, por supuesto, tenemos que intentar ser lo más constantes y sólidas, perder torneos los vamos a perder, el tema es la regularidad, que es lo más difícil de conseguir.
Por ejemplo, Ari y Paula, Marta y Lucía, las Gemelas, Virginia y Patty, Delfi y Tamara, pero cualquiera te puede complicar un partido.
Físicamente estamos muy bien, en los terceros sets nos imponemos, vamos a ver si podemos mantenernos bien, cuantos más partidos juegas, más carga y cansancio tienes.
¿Tenéis una espinita con el Master Final del año pasado?
Sí, sería un objetivo porque el año pasado fue agridulce, con las 8 mejores el margen es muy pequeño, no hay rodamiento y todas juegan sin nada que perder contra ti. Las gemelas jugaron fantástico y nos eliminaron, salimos con esa presión extra, pero lidiamos con gusto esa presión por estar las número 1. Esperamos sacarnos esa espinita en el Master Final de Barcelona esta temporada.
Más allá del pádel, ¿qué aficiones tiene Alejandra Salazar?
Intento seguir leyendo, me gusta mucho la intriga, las series o libros de asesinatos, me viene bien en el rol de espiar a las rivales, y estar muy atenta a qué cosas puedo ir en los partidos, es un gen de detective que tengo, también con mi madre me veía estas pelis y series, y sigo con eso.
Es un hobbie que tengo, me encantan los juegos de mesa también, de estrategia, los scape room, me gustan los retos.
Estas estrategias también me ayudan en la pista, por ejemplo, cuando perdemos un primer set saber qué hay que tocar o cómo arreglarlo.
Me hubiera gustado estudiar criminología también.
Palabra de Alejandra Salazar
Si tuvieras que cambiar una regla del pádel, ¿qué cambiarías?
Me gustaría ver el pádel sin coaching, me gustaría ver cómo los jugadores se las apañan entre ellos y salen a flote los dos, es un aspecto del jugador en el que se tiene que trabajar uno mismo y en la pareja, y ver cómo se comunican y empatizan dos jugadores, cómo sacan un partido adelante solos, sin esa visión del entrenador.
Si se jugaran mixtos, ¿con qué jugador te gustaría compartir pista?
Con Paquito Navarro, por cercanía y amistad, además siempre quiero ganar.
Un lugar en el que te perderías…
Tengo muchas ganas de conocer Australia.
Una comida preferida, además del chocolate, que hemos descubierto en Bélgica que te encanta.
Patatas fritas en todas sus versiones.
¿Tienes alguna manía?
Rutina, manía, imagino que sí, ponerme los cascos antes de jugar, o que no me gusta que el pelo me de en la cara cuando estoy jugando.
¿Qué superpoder te gustaría tener?
Comer sin engordar, manteniendo el estado físico. Nos cuidamos también, tenemos unos alimentos espectaculares en España, pero hay muchas tentaciones. Comer es un placer.
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